- Un día pasa, pasa que estás de pie en algún lado y te das cuenta
de que no quieres ser ninguno de los que están a tu alrededor. No
quieres ser el puto pringao al que le has reventado la cara. Ni tampoco
tu padre, ni tu hermano, ni nadie de tu puta familia. Ni quieres ser la
señora jueza. Ni siquiera quieres ser tú. Solo quieres salir corriendo.
Salir a toda hostia del sitio en el que estás.
- ¡Fea!... ¡Sí tú!... Fea.
- A ver dices que soy un bestia y un bruto. Yo no puedo permitir que alguien así te lleve a casa.
- ¿Nos quedamos así toda la noche o te apetece cambiar de postura?
- - Esta noche estás guapísima.
- ¿Esta noche?
- Siempre.
- - ¿Qué tengo que hacer para que me perdones?
- Llevo varios días encontrando la razón para perdonarte y no me sale.
- Típico de las mujeres.
- ¿Lo ves? Ese típico es justo lo que arruina todo.
- - ¿Qué quieres?
- Mi bolso.
- Pues cógelo...
- No puedo, un imbécil se me ha adelantado.
- Cuando dejes de tener miedo empezarás a disfrutar.
- - El día que te llamen a declarar, esta chica buena dirá que yo no hice nada, ¿sabes porqué?
- ¿Por qué?
- Porque ese día estarás tan loca por mí que harás lo que sea con tal de salvarme.
- Ay Babi, Babi Babi soy un cerdo, un animal, una bestia, un violento pero te dejarías besar por mí.
miércoles, 30 de enero de 2013
Frases de Tres metros sobre el cielo
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